De la radiografía a la neuroimagen avanzada

  1. neuroimagen

Valorar el funcionamiento cerebral que permitan analizar el comportamiento humano así como diversas patologías psiquiátricas y neurodegenerativas puede hacerse a través de la resonancia magnética. Por esto las técnicas de neuroimagen avanzada y funcional han permitido acotar y racionalizar la psiquiatría en 4 grandes síndromes: despresión mayor, esquizofrenia, trastorno bipolar y déficit de atención e hiperactividad.

Estamos ante unas técnicas que no son invasoras y permiten evaluar los procesos de áreas estructurales del cerebro en funcionamiento. Pero llegar hasta aquí no ha sido fácil, el paso de la radiografía convencional al diagnóstico por imagen funcional han supuesto 122 años y un avance trascendental para la medicina.

Evolución
Si nos remontamos a los procedimientos originarios como la arteriografía carotídea y la neumoencefalografía eran complicados y tenían sus riesgos para el paciente. Eso ha cambiado mucho, en la actualidad y gracias a la investigación se desarrollan técnicas de imagen cerebral no invasivas que permiten el estudio del cerebro humano en vivo. Las actuales técnicas de neuroimagen se clasifican en estructurales y funcionales.

Las técnicas de imagen funcional (PET, SPECT, resonancia magnética funcional y espectroscópica), permiten relacionar la actividad de algunas regiones del cerebro con la conducta.

Análisis de la conducta cerebral
Las nuevas técnicas de neuroimagen pueden aportar más conocimiento sobre los circuitos neuro-anatómicos y neuro-químicos, que modulan los efectos emocionales, cognitivos, motivacionales y reforzadores de las sustancias psicotrópicas. Todo ello podría resultar decisivo para el desarrollo de las neurociencias y también de una nueva farmacoterapia para las conductas adictivas.

Las diferencias entre técnicas de neuroimagen estructural y técnicas de neuroimagen funcional radican en que con las primeras se ve un conjunto de “fotos” estáticas del cerebro, mientras que las técnicas funcionales muestran un “vídeo”, es decir, los cambios cerebrales que se producen mientras la persona está realizando una actividad cognitiva.

Neuroimagen estructural y funcional
La diferencia entre ambas está en la información que aportan. Las estructurales localizan una lesión o los efectos de una enfermedad. Las funcionales pueden llegar a saber qué áreas o regiones encefálicas se activan al realizar una tarea cognitiva, e incluso averiguar si una patología neurológica o psiquiátrica tiene como efecto patrones distintos de activación cerebral en comparación con las personas sanas.

La imagen por resonancia magnética (IRM) es una técnica no invasiva que obtiene información sobre la estructura y composición del cuerpo a analizar. La información es procesada por ordenadores y transformada en imágenes del interior de lo analizado.

Resonancia Magnética Funcional, RMF
La RM Fl es una nueva técnica dentro de los tipos de resonancia magnética que mide los cambios metabólicos que ocurren en la actividad del tejido cerebral. Los radiólogos conocen la localización y anatomía de las áreas del cerebro y sus funciones (memoria, lenguaje, audición…), además de las lesiones que este puede sufrir (tumores o infartos). Esta técnica, además de estudiar la anatomía, ayuda a determinar el área del cerebro que desempeña funciones tan importantes como el habla o el movimiento.

Tumores cerebrales, infartos y enfermedades del cerebro
Este técnica se está convirtiendo en el método elegido para saber cómo se comporta un cerebro normal y uno enfermo, también se utiliza como diagnóstico previo a una cirugía tumoral cerebral y para valorar los riesgos de la intervención u otros procedimientos. Las técnicas de RMF son actualmente el método de imagen más sensible para identificar y monitorizar tumores cerebrales, infartos y algunas enfermedades crónicas cerebrales.

Ventajas de la Resonancia Magnética Funcional

  • La RMF identifica la localización de las diferentes áreas funcionales normales del cerebro permitiendo a los neurocirujanos evitar dañarlas durante la cirugía.
  • Puede detectar los infartos cerebrales en una fase muy temprana de manera que los médicos pueden comenzar precozmente el tratamiento.
  • Ayuda a los médicos a monitorizar el crecimiento y función de los tumores cerebrales y puede servir como guía para planificar el tratamiento quirúrgico o de radioterapia.
  • Las imágenes funcionales del cerebro y de otras estructuras cerebrales que se obtienen con RMF son más detalladas que las otros métodos de imagen.
    Se evita la exposición a la radiación.
  • Detecta anomalías que pueden estar enmascaradas por el hueso en estudios obtenidos mediante otros métodos de imagen.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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