Dr. Francisco Nieto Escámez

Dr. Francisco Nieto Escámez

perfilDoctor en Psicología*  “La investigación está dando pasos decisivos en el tratamiento de la ambliopía”

 

 

* FRANCISCO NIETO ESCÁMEZ es Máster en Neurociencia y Doctor en Psicología; Director Científico en NeuroDigital Technologies; Investigador del Área de Psicobiología de la Universidad de Almería.

El doctor Francisco Nieto está trabajando en un proyecto de investigación con el objetivo de desarrollar nuevas terapias para la rehabilitación de la función visual en ambliopía, conocido comúnmente como ojo vago. Es un proyecto ambicioso en el que colabora el doctor Martín García junto a otros profesionales y cuyos resultados pueden suponer un paso decisivo en el tratamiento de la ambliopía y en la recuperación de la función visual de pacientes teóricamente irrecuperables.

La colaboración con el Instituto Almeriense de Diagnóstico por Imagen está siendo decisiva ya que la ambliopía tiene como base una alteración en el funcionamiento normal del cerebro y las tecnologías de diagnóstico por imagen permiten ver cómo funciona el cerebro, así se puede ver cómo se activan las áreas cerebrales implicadas en la visión.

-¿En qué consiste en proyecto en el que está trabajando?
Nuestro proyecto de investigación se denomina “Neurorehabilitación de la función visual: modulación sensorial”. Básicamente, el objetivo de nuestra investigación es el desarrollo de nuevas terapias para la rehabilitación de la función visual en la ambliopía (ojo vago) que resulten mucho más eficientes además de cómodas para los pacientes. Para ello combinamos dos líneas de trabajo, por un lado la investigación básica con animales de laboratorio que nos permite desentrañar los mecanismos celulares y moleculares implicados en esta patología y cómo se modifican mediante la aplicación de diferentes tratamientos. Y por otra parte, una línea de trabajo con pacientes, especialmente personas que ya no responden a tratamientos tradicionales.

¿Qué profesionales colaboran en él?
Se trata de un proyecto interuniversitario en el que participan la Universidad de Almería y la Universidad del País Vasco, bajo la coordinación del Dr. Fernando Sánchez Santed (UAL) y el Dr. Luis Martínez Millán (UPV). Ambos grupos de investigación vienen colaborando desde hace años en el estudio de la plasticidad cerebral, ya sean los efectos de la estimulación y el aprendizaje o las alteraciones causadas por la exposición a sustancias tóxicas ambientales. No obstante, junto a los dos grupos de investigación también participan en este proyecto otros grupos de investigación pertenecientes al Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche y colaboran de manera fundamental varias empresas tecnológicas como NeuroDigital Technologies (de la que soy director científico), el Instituto de Neurorehabilitación Infantil Inpaula, la clínica QVision y Clínica Tecnológica Médica del Dr. Martín García.

-¿Por qué sobre la ambliopía?
Aunque los ojos como órgano sensorial son esenciales para la visión, realmente nosotros vemos gracias al trabajo de nuestro cerebro. La ambliopía es un caso paradigmático, ya que el problema se encuentra en un fallo de procesamiento de la información a nivel del sistema nervioso. Nosotros somos neurocientíficos, estudiamos el funcionamiento del cerebro en situación de normalidad y de patología, y de ahí viene nuestra conexión con la temática de investigación.
Además, la ambliopía es un excelente modelo de neurorehabilitación. Se trata de mejorar una función sensorial mediante rehabilitación del funcionamiento de las estructuras cerebrales.

-¿Cómo se está llevando a cabo?
Este proyecto de investigación tiene unos tres años. En este tiempo hemos tenido que desarrollar un modelo experimental en el laboratorio de Neurociencia de la Universidad de Almería utilizando roedores. De modo que somos capaces de hacer que los animales sean amblíopes a los pocos días de nacer, y posteriormente mediante el tratamiento experimental desarrollado en nuestro laboratorio conseguimos que éstos recuperen la agudeza visual y la sensibilidad al contraste al nivel de un animal sano. En el caso de las personas, durante este tiempo hemos desarrollado varios procedimientos que están dando un resultado espectacular en la recuperación de la función visual de pacientes teóricamente irrecuperables.

¿Cómo es el proceso del estudio?
La línea de investigación con animales se desarrolla principalmente en el laboratorio de Neurociencia de la UAL. Aquí aplicamos los tratamientos en el modelo animal y realizamos algunas evaluaciones del mismo. En la Universidad del País Vasco se encargan de hacer algunos estudios neuroanatómicos en los que son expertos, y en colaboración con la Universidad Miguel Hernández empleamos diferentes sistemas para evaluar la función visual de los animales tratados (retinograma y evaluación del reflejo optomotor).

En el caso de los pacientes, en colaboración con el Dr. Juan Antonio Jiménez y el Dr. Joaquín Fernández (Clínica QVision) seleccionamos a aquellas personas susceptibles de beneficiarse de nuestro tratamiento experimental. Éstos acuden a las instalaciones de la Empresa NeuroDigital Technologies (Sede Científica del Parque Tecnológico PITA en la Universidad de Almería) y bajo mi supervisión directa realizan diversas tareas de entrenamiento visual utilizando la última tecnología en realidad virtual. En realidad es una serie de juegos que apenas suponen unos minutos al día durante unas pocas semanas.

-¿Qué personas participan? ¿Qué características tienen en común?
Actualmente estamos trabajando con pacientes adultos, considerados irrecuperables mediante terapias tradicionales (por ejemplo la oclusión del ojo sano con un parche) ya que la ambliopía es un trastorno del neurodesarrollo y la eficacia de los actuales tratamientos disminuye drásticamente después de la infancia. No obstante, nuestros tratamientos son igualmente efectivos en niños, con la ventaja de no necesitar tapar uno de los ojo con un parche y destacando que la terapia es un juego y muy divertida.

-¿Son almerienses todos los pacientes?
Sí, actualmente todos los pacientes que participan en el proyecto de investigación son de Almería.

-¿Qué tipo de pruebas se realizan?
En el caso de los pacientes, primero se realiza una evaluación oftalmológica, de hecho son personas que ya tienen largo historial médico, por lo que hay bastante información disponible sobre su capacidad visual. En particular interesa evaluar la binocularidad y la esteropsis (visión tridimensional, de la que carecen estos pacientes), aunque se realiza una revisión completa de su visión. Seguidamente viene una fase de tratamiento utilizando la tecnología de realidad virtual desarrollada por NeuroDigital Technologies. Y por último se vuelve a realizar una revisión oftalmológica exhaustiva de las personas que han participado en la investigación.
En algunos casos, cuando el paciente voluntariamente decide participar, se completa la investigación con un estudio de neuroimagen funcional, midiendo la actividad cerebral de la corteza visual, antes y después de pasar por el tratamiento.

-¿Por qué es necesaria la colaboración de un radiólogo, en este caso el doctor Martín García, en una investigación como esta?
Debo decir que el doctor Martín García viene colaborando desde hace tiempo con diferentes proyectos desarrollados por nuestro grupo de investigación. Para nosotros es un privilegio, ya que no es habitual encontrar a profesionales de la medicina como él que, trabajando en el ámbito privado, muestren tanto interés y dediquen tanto esfuerzo a la investigación básica, especialmente en Neurociencia.

Martin

El doctor García, además de las instalaciones de su clínica, equipada con la tecnología más puntera existente en la actualidad, aporta su enorme experiencia profesional y capacidad para innovar y generar nuevas ideas. Hay que destacar que el doctor Martín se formó en Estados Unidos y realizó un doctorado, lo que constituye el más alto escalón académico relacionado con la investigación científica. De hecho, en la actualidad mantiene el contacto con diferentes centros de investigación punteros a nivel internacional, lo que muestra su interés por la innovación como vía para ofrecer el servicio más avanzado a sus pacientes.

En este proyecto de investigación particularmente, el doctor García aporta su experiencia en el estudio de las vías neuronales mediante neuroimagen y las posibles modificaciones que se producen en las mismas por procesos patológicos, como en nuestro caso tras la intervención con los nuevos procedimientos experimentales para el tratamiento del la ambliopía.

¿Hay buenas noticias para quienes padecen esta enfermedad?
Actualmente ya tenemos resultados satisfactorios, tanto en los estudios de laboratorio con animales como en pacientes. En el primer caso somos capaces de reproducir un modelo experimental de ambliopía, y posteriormente revertir la patología consiguiendo que éstos recuperen casi el 100% de la agudeza visual normal en estos animales. En el caso de la línea con pacientes el resultado es igualmente positivo, de hecho, en sólo unas sesiones de terapia se ha obtenido la recuperación de la visión binocular en los pacientes que han participado en la investigación.

¿En qué puede mejorar su calidad de vida?
Se considera que a partir de los 9-10 años la ambliopía ya es incurable debido a que nuestro cerebro ha perdido la plasticidad necesaria para readaptar un sistema visual defectuoso y hacer que funcione correctamente. Nuestro trabajo se dirige precisamente a desarrollar una terapia que permita a estas personas recuperar la función visual. La vista es nuestra principal fuente de información, aunque un amblíope no es ciego, puede ver perfectamente con el ojo sano y su problema consiste en que el cerebro “suprime” la información procedente del ojo vago, ver “a medias” supone bastantes inconvenientes. Por ejemplo, el principal problema procede de la pérdida de binocularidad y visión tridimensional, ello afecta a nuestra capacidad para la visión espacial y localización de objetos. En la lectura/escritura las letras o números se pueden ver desplazados o invertidos, lo que provoca problemas de cansancio y concentración o malas posturas…

El objetivo es que los pacientes con ambliopía de cualquier edad no sólo mejoren la agudeza visual del ojo vago, sino que recuperada la binocularidad la información procedente de ambos ojos se procese correctamente por el cerebro para formar un sola imagen tridimensional.

-¿Habrá un antes y un después para los amblíopes tras este estudio?
Esperamos que el resultado de nuestro trabajo suponga un paso decisivo en el tratamiento de la ambliopía.

-¿En qué medida las nuevas tecnologías como el diagnóstico por imagen ayudan a la investigación?
Teniendo en cuenta que la ambliopía tiene como base una alteración en el funcionamiento normal del cerebro y las tecnologías de diagnóstico por imagen nos permiten ver cómo funciona nuestro cerebro, podemos ver cómo se activan las áreas cerebrales implicadas en la visión. En nuestro caso, es importante saber cómo funciona el cerebro ambliope, cómo afecta la patología y qué cambios se producen en las vías neurales y el córtex visual de los pacientes a consecuencia de la terapia.

-¿Ha realizado o realizará más colaboraciones con el doctor Martín?
A parte de este trabajo, tenemos pensados varios proyectos de futuro para el desarrollo de técnicas punteras en medicina dirigidas al diagnóstico y tratamiento del dolor. Nuestra intención es seguir desarrollando líneas de trabajo pioneras, y seguir contando con el apoyo y colaboración del Dr. García, para lo cual es el mejor aliado posible, tanto por la tecnología de su clínica como por su experiencia profesional y visión científica.

¿QUÉ ES AMBLIOPÍA?
La ambliopía o “ojo vago” consiste en la disminución de la agudeza visual de origen funcional. Aparece cuando la imagen que le llega al cerebro de uno o los dos ojos es borrosa. El cerebro entonces no aprende a ver en forma clara. Es  como si “desconectara” la información de ese ojo. Es la principal causa de mala visión en los niños. Alrededor del 3% de la población escolar tienen ambliopía. Se puede tener una ambliopía sin tener ningún signo externo que nos avise de ello. Si no se trata de manera precoz y adecuadamente puede dejar un defecto visual permanente en la vida. Por ello es importante que todos los niños pasen un control visual entre los 3 y 4 años para prevenir el defecto.

CAUSAS
Las causas más frecuentes son el estrabismo, tener los dos ojos con graduaciones (gafas) diferentes y los grandes defectos de graduación. En ocasiones se trata de una ambliopía por deprivación, como por ejemplo, cuando el niño tiene el párpado muy caído o tiene una lesión importante en la cornea que le tapa el eje visual.

FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo son el estrabismo, los defectos de graduación distintos en cada ojo y todo aquello que obstaculice el eje visual durante el desarrollo del niño. Existe una predisposición en aquellos niños con antecedentes familiares de ojo vago o de estrabismo. Los prematuros también son una población de riesgo de ambliopía.

SÍNTOMAS
El síntoma principal es la mala visión de uno o de los dos ojos. Si no hay un estrabismo que nos avise de la posibilidad de mala visión, muchas veces no dan ningún síntoma exterior y se detecta solo en los controles visuales. Algunos niños tienen problemas de dolor de cabeza al leer o a la salida del colegio o dificultades a ver películas o dispositivos en 3D.
En la mayoría de los casos la ambliopía es de un solo ojo (el ojo desviado cuando el niño tiene estrabismo o el ojo con mayor graduación). Algunos pacientes con graduaciones muy altas pueden tener los dos ojos vagos y mejoran con el uso de las gafas.

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