La Resonancia Magnética es una excelente prueba para detectar la grasa del hígado y determinar una enfermedad de diagnóstico bastante complicado porque se desarrolla de manera silenciosa. Según datos de la Asociación Española para el Estudio del Hígado, uno de cada cinco españoles presenta hígado graso, una dolencia que deteriora este órgano sin que el paciente se entere porque no hay síntomas evidentes hasta que está muy desarrollada. El hígado graso es muy frecuente porque tiene que ver con el ritmo de vida sedentario, con hábitos poco saludables y está relacionado directamente con el exceso de peso.
Algunos factores de riesgo
Además de estar vinculado con trastornos metabólicos como la obesidad, el hígado graso también está identificado con la diabetes de tipo 2 aunque sólo una pequeña parte de los pacientes con hígado graso no alcohólico acaban padeciendo cirrosis. Según los datos, alrededor del 80% de personas con obesidad, y de 6 a 7 de cada 10 diabéticos, tienen esta enfermedad con agravamiento relacionado con el hígado y el sistema cardiovascular.
Un diagnóstico a tiempo evita graves consecuencias
El hígado es un órgano que digiere alimentos y elimina toxinas. Cuando las células del hígado almacenan demasiada grasa se produce el hígado graso que conlleva inflamación y una fibrosis. Esta enfermedad puede avanzar y desencadenar problemas cardiovasculares y otras complicaciones como la cirrosis hepática y el cáncer de hígado. Debido a la gravedad de las consecuencias es muy importante tener controlado este órgano porque el rápido diagnóstico y el tratamiento a tiempo pueden reducir e incluso, restablecer los efectos de la fibrosis.
Una enfermedad silenciosa
Si la fibrosis hepática se descubre a tiempo, se puede iniciar un tratamiento con medidas que ayuden a evitar el avance de esta patología en el hígado. Pero no es sencillo detectar la enfermedad del hígado o la fibrosis hepática porque hasta que el paciente no presente síntomas esta enfermedad no da la cara, por eso es denominada silenciosa. Algunos de los síntomas que pueden presentar los pacientes tienen que ver con el cansancio, ictericia, o bien molestias leves en el lado superior derecho del abdomen e hinchazón.
Resonancia Magnética, una prueba certera
La prueba con la que se estaba diagnosticando el hígado graso era una biopsia pero es una técnica invasiva sin la exactitud necesaria ya que la muestra puede tomarse en una zona no afectada por la enfermedad. Otras técnicas de imagen como es el caso de la ecografía abdominal la localizan pero son menos exhaustivas para determinar la cantidad de grasa presente en este órgano.
Por eso, la Resonancia Magnética se ha convertido en un procedimiento eficaz para establecer la presencia de grasa en el hígado con mejores resultados que la biopsia porque establece el nivel de rigidez del hígado, es decir, su fibrosis y cuánta cantidad de grasa tiene.
La Resonancia es una técnica no invasiva e indolora destacando su capacidad para cuantificar la grasa presente en el hígado y además, presenta la ventaja de poder determinar la eficacia de los tratamientos y su evolución. Con este procedimiento se criba a los pacientes de riesgo para detectar las patologías con antelación y, de esta manera, establecer un tratamiento para que la situación no se agrave.
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