Estudios aseguran que la Resonancia Magnética en los primeros meses del embarazo es segura

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Cuando una mujer está embarazada los médicos, en la mayoría de los casos, evitan realizar cualquier tratamiento médico y en el caso de la Resonancia Magnética ocurre lo mismo. Pero será el médico quien estime la conveniencia de llevar a cabo esta prueba porque considere que la situación lo requiere por su gravedad y no se puede esperar hasta después del parto.  

Si esto sucede, el médico especialista en colaboración con el radiólogo, tiene la obligación de explicar al paciente los motivos por los que solicita esta prueba y aclarar todas las dudas que surjan al respecto.

Prueba en miles de mujeres
Miles de mujeres se han realizado esta prueba a lo largo de más de 30 años y en ningún caso se ha podido demostrar que ningún bebé tenga daños por este motivo. De hecho, en este sentido podemos citar un estudio de investigadores canadienses que llegaron a la conclusión contundente de que en el primer trimestre del embarazo, que es cuando se forma los principales órganos del cuerpo, la Resonancia Magnética no supone ningún riesgo para el feto.

Valoración en mujeres y niños
El estudio se realizó en más de 1.4 millones de nacimientos entre los años 2003 y 2015 comparando a mujeres a las que se les realizó resonancias magnéticas y aquellas a las que no. La investigación incluyó un seguimiento a los niños hasta los 4 años. Tras analizar los datos se concluyó que hacer una resonancia magnética en el primer trimestre no aumentó el riesgo de muerte fetal, defectos de nacimiento o muerte poco después del nacimiento, y no aumentó el riesgo de pérdida de visión, pérdida de audición o cáncer durante los primeros cuatro años de vida de los niños.

Procedimiento no invasivo
La noticia es reveladora porque hasta ese estudio se creía que en el segundo y tercer trimestre de embarazo no había riesgo pero en cambio, no se tenía la confirmación de la seguridad durante el primer trimestre.

Por lo tanto, en los casos en los que sea necesario porque el médico lo estime conveniente y el ultrasonido no aporte información suficiente, es cuando se puede realizar una prueba de resonancia magnética a una mujer embaraza. Tenemos que recordar que la Resonancia Magnética es un procedimiento no invasivo, que no emplea rayos X ya que para proporcionar imágenes utiliza ondas de radio y un imán potente.

La profesionalidad de un radiólogo
La prueba aportará imágenes de una parte concreta del bebé y su duración dependerá de la parte del cuerpo que está siendo analizada aunque oscilará entre los 20 y los 40 minutos. A pesar de que el contraste mejore las imágenes por Resonancia Magnética, durante el embarazo, lo más habitual es que se acometa sin material de contraste, y siempre con la supervisión de un médico radiólogo es el profesional más cualificado y preparado para analizar las imágenes. 

La Resonancia Magnética se utiliza cada vez más para, entre otros motivos, poder valorar la morfología encefálica del feto, para estudiar el cerebro fetal e identificar malformaciones. Todas las decisiones que se adoptan antes y durante la prueba buscan cuidar al bebé y a la mamá con todas las garantías. 

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