Las imágenes de tórax en pacientes durante la pandemia de COVID-19

  1. unnamed

A fecha 1 de abril, con más de 900,000 casos confirmados en todo el mundo y casi 50,000 muertes durante los primeros tres meses de 2020, la pandemia de COVID-19 se ha convertido en una crisis de salud sin precedentes. La propagación del COVID-19 en España tiene una transmisión comunitaria que ha llevado a un número abrumador de casos graves. Para estas regiones, la prestación de servicios de salud ha sido interrumpida y comprometida por limitaciones críticas de recursos en pruebas de diagnóstico, camas de hospital, ventiladores y trabajadores de la salud que se han enfermado por el virus exacerbado por la escasez de equipos de protección personal. En los casos graves, la disfunción respiratoria se convierte en la principal fuente de morbilidad y mortalidad a medida que avanza la enfermedad. 

Las imágenes torácicas con radiografía de tórax (RX) y tomografía axial computerizada (TAC) son herramientas clave para el diagnóstico y manejo de la enfermedad pulmonar en la COVID-19, aunque actualmente estén fuera de los protocolos sanitarios públicos, principalmente, por falta de medios y disponibilidad.

¿Cuándo está indicado realizar un examen TAC?
Según los estudios y conclusiones obtenidos por un equipo multidisciplinario compuesto principalmente por radiólogos y neumólogos de 10 países con experiencia en el manejo de pacientes con COVID-19 en diferentes entornos de atención médica, se determinan varios escenarios en los que la realización de un examen TAC ayudan al diagnóstico y tratamiento de COVID-19.

En primer lugar se recomienda la obtención de imágenes mediante TAC para pacientes con factores de riesgo personal ante COVID-19 y pruebas positivas de COVID-19. También para aquellos pacientes con factores de riesgo personal que no dispongan de prueba de COVID-19, pero para los que exista una probabilidad alta de haber sido contagiados, por ejemplo,  por razones del entorno (familiares contagiados, compañeros de trabajo contagiados, etc.).

En segundo lugar encontramos a pacientes que presentan síntomas de moderados a severos compatibles con la infección por COVID-19, tanto si disponen de test positivo como si aún no disponen del mismo. También cabe la posibilidad, en algunos casos, de que existan personas que presentan los síntomas compatibles con COVID-19 y hayan obtenido un falso negativo en el test.

En el caso de que la infección esté confirmada, el diagnóstico por imagen de TAC ofrecerá información relevante sobre el estado del paciente, lo que servirá de base para la realización de las terapias más adecuadas.

Para aquellos casos en los que el paciente presenta síntomas pero no dispone de test o dispone de un test previo que sea falso negativo, el diagnóstico por imagen de TAC servirá para justificar la realización del test de contagio y  además, el paciente ya contará con un informe previo sobre su estado de salud, especialmente sobre el estado pulmonar basal y  anormalidades cardiopulmonares subyacentes.

Actualmente, para la COVID-19, no existe una cura conocida y no existe una vacuna para la prevención. Aún seguimos inmersos en el desarrollo de tratamientos más efectivos y, en este escenario, la realización de diagnósticos con TAC juegan un papel crucial para combatir el desarrollo de la enfermedad.

Posted in: