Qué es el Daño Cerebral Adquirido

  1. daño cerebral adquirido

El daño cerebral adquirido representa un gran problema de salud por la cantidad de personas que la sufren, por la duración de sus consecuencias y por lo que supone para los pacientes y sus familias. En España viven más de 435.000 personas con Daño Cerebral Adquirido. Un gran porcentaje experimenta alteraciones de tipo físico y sensorial, cognitivo o en la comunicación.

El daño cerebral adquirido se produce debido a dos motivos: traumatismo o una lesión debido a la situación de los vasos sanguíneos del cerebro. Y la tecnología que se emplea para detectarlo es la Resonancia Magnética. 

Cómo se produce
Hay distintos daños en el cerebro que pueden ir desde un ictus hasta una demencia. Dependiendo de dónde se produzca el daño pueden provocar alteraciones en el funcionamiento cognitivo, emocional, físico y de conducta. Estas lesiones no afectan por igual a un cerebro en crecimiento (niños) que a un cerebro adulto.

El daño cerebral adquirido puede producirse por dos causas, por un traumatismo craneoencefálico o por una lesión cerebral no traumática provocada por las condiciones patológicas de los vasos sanguíneos del mismo. Podemos destacar dos tipos de daño cerebral adquirido por lesión no traumática. Hablamos de la Isquemia que se desarrolla cuando el flujo sanguíneo del cerebro decrece o se interrumpe (encontramos la embolia, la vasculitis, la arterioesclerosis y, la trombosis) Otro tipo se puede producir por Hemorragias cuando se rompe un vaso sanguíneo.

Ictus y Resonancia Magnética
La Resonancia Magnética es la técnica de imagen con mayor sensibilidad para la detección temprana de la isquemia cerebral (ictus). Su capacidad multimodal permite valorar de forma certera la fisiopatológica del ictus en fase muy aguda. La Resonancia de difusión muestra el infarto cerebral agudo, incluso al cabo de 1 o 2 horas después de su inicio permitiendo actuar de forma precoz en su tratamiento y reducir la gravedad y extensión sus secuelas.

La Resonancia Eco de Gradiente es muy sensible para la detección de hemorragia cerebral aguda. La RM de difusión y perfusión combinadas son esenciales para valorar las zonas de tejido cerebral en “penumbra isquémica” (isquemia reversible), y para aportar información crucial en el planteamiento de tratamiento trombolítico y neuroprotector.

Factores de riesgo
Las personas con Daño Cerebral Adquirido mayores de 40 años han sido también diagnosticadas con distintas enfermedades crónicas, muchas de las cuales son factores de riesgo ante el daño cerebral. Entre estos factores de riesgo destacan la hipertensión arterial (44%), el colesterol elevado (29%), el sobrepeso (27%) y la depresión (24%); seguidas de ansiedad (22%), enfermedades del corazón (16%) y diabetes (11%).

Y si hablamos de los efectos que puede provocar un daño cerebral adquirido hay que señalar cambios físicos y problemas cognitivos, y también destacan alteraciones emocionales que pueden desencadenar en la depresión o la ansiedad. Las personas con daño cerebral adquirido han de hacer rehabilitación para que puedan recuperarse.

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