Las enfermedades relacionadas con el aparato digestivo son muy frecuentes y la tecnología cuenta en la actualidad con diagnósticos menos invasivos y tratamientos más exitosos para los pacientes. Casi la mitad de la población tiene o ha tenido alguna patología digestiva y detectarla y tratarla es una prioridad. Aquí es donde la resonancia magnética o entero resonancia ocupa un papel destacado porque es una herramienta de gran ayuda para afrontar estas enfermedades.
Cómo reconocerlas
Estas patologías se ignoran bastante porque no se conocen lo suficiente y porque tampoco se sabe que el estrés y una alimentación inadecuada tienen mucho que ver en su desarrollo. Entre las enfermedades digestivas, que son bastantes, se incluyen todas las relacionadas con el aparato digestivo partiendo de la boca, tubo digestivo hasta el recto, sin olvidar la vesícula, el páncreas y el hígado que participan en el proceso digestivo. A pesar de la variedad de enfermedades relacionadas con el aparato digestivo casi todas comparten síntomas como acidez, pérdida de peso, dolor abdominal o sangre en las defecaciones.
Las patologías más frecuentes
En la actualidad hay una gran variedad de enfermedades relacionada con el aparto digestivo pero hay patologías que tienen una mayor incidencia entre la población afectando directamente a la vida cotidiana de quien las padece. De esta manera podemos citar la Enfermedad Inflamatoria Intestinal que incluye Crohn o colitis ulcerosa, el estreñimiento, la hepatitis C, Diverticulitis y Helicobacter Pylori.
Ventajas de la Resonancia Magnética
La tecnología ha avanzado mucho en los últimos años y la resonancia magnética se ha situado como un procedimiento adecuado para detectar y abordar estas patologías mucho mejor que las técnicas convencionales debido a su precisión. Es la resonancia de intestino o entero resonancia que permite ver de manera excepcional las paredes del intestino, malformaciones, inflamaciones, divertículos, fístulas y tumores sin radiaciones ionizantes.
También hay que añadir que la resonancia evita muchas molestias al paciente que ya no necesita ingerir papillas como en otras pruebas, ni requiere sonda y desagradables efectos posteriores.
En definitiva, la Resonancia Magnética, además de ser menos invasiva, puede valorar alteraciones parietales, la actividad de la enfermedad, cualquier cambio y diferenciar diagnósticos y controlar el tratamiento.
